Una mañana productiva y feliz necesita de un buen descanso. Sin un buen descanso, por más voluntad que le pongamos, se nos va a hacer cuesta arriba la concentración y la buena actitud.

Recuerdas que la semana pasada hablabamos de los hábitos? Este sería

Hoy te comparto 3 acciones sencillas, pero poderosas, que puedes aplicar antes de irte a dormir.

1. Estirate y respira profundo


¿Sabias que las preocupaciones, las tareas pendientes, los enojos tensan y contracturan nuestro cuerpo? Luego del baño y/o de tu ritual de belleza es un excelente momento para completar el ciclo de “ponernos en modo sleep”. Tan solo 5 minutos de estiramientos y respiración consciente te ayudarán a desenredar tu cuerpo de las presiones del día.

2. Agradece

La idea es tomarse 2 minutos para escribir todo por lo que estamos agradecidas/os ese día. No hablo de la épica aquí, pero sí de un profundo sentido de haber estado allí, presentes: “llegar a la parada justo cuando arribaba el tren”, “descubrir un palo borracho en flor a la vuelta de casa” , “ese abrazo q fue la mejor medicina del mundo mundial”. ¿Se entiende el sentido de este ejercicio? Si no estamos presentes se nos pasan estos pequeños milagros.

No dar nada por supuesto es una manera de vivir intensamente cada instante y desarrollar un profundo sentimiento de gratitud. Cuando entramos al sueño agradecidos, descansamos mejor y más profundamente.

3. Deja que el propósito te guie


Descubre qué te apasiona y hazlo apropósito.

La intención de vivir una vida significativa nos inspira. No somos una lista de cosas por hacer, sino un alma que cada día tiene la oportunidad de manifestarse a tavés de nuestras acciones y nuestra intención.

¿En qué te gustaría desafiarte mañana?
Dormir con las ansias de abrir los ojos al otro día es la mejor manera de despertarnos.


¿Tienes algún ritual que te ayude a dormir mejor y despertarte con entusiasmo? ¿Lo compartes?