Hay momentos en los que un simple cambio en nuestro punto de vista puede traernos la paz.
Cómo enfrentar las vicisitudes con inteligencia espiritual.
En todos estos años de emprendedorismo espiritual hemos brindado soporte psicológico, emocional, mental y espiritual a cientos de personas; muchas de ellas aún nos acompañan desde los primeros tiempos. No siempre fueron épocas agradables, pero uno permanece.
Cuando éramos revista, tuvimos que sacrificarlo todo. Creíamos creemos que las buenas ideas deben mantenerse con esfuerzo, que el conocimiento teosófico es una fuente confiable de respuestas frente a las situaciones de la vida y que para poder comprobar si una enseñanza sirve hay que ponerla en práctica.
Una de las frases corrientes en casa, cuando la revista daba más pérdida que ganancia, era: "Dios proveerá", y creannos que siempre fue así. Hacer lo correcto, poner el cuerpo y el alma; la mente y el corazón... y dejar que la vida siga su curso.
La clave para permanecer es confiar que si uno está haciendo lo correcto, la vida hará lo correcto con uno.
La autoconmiseración no es un camino que nos lleve lejos, la acción apasionadamente inteligente si lo es.
¿Castigo divino u oportunidad?
Muchas veces nos preguntan:
- ¿Por qué si yo hago el bien me pasan cosas "malas"?
Nosotros les contestamos: ¿Cómo sabés si esas cosas son realmente malas?
Muchas de las situaciones que se nos presentan y percibimos como dolorosas o angustiantes, a la larga terminan siendo nuestro pasaporte al éxito personal o profesional. Muchas de las cosas que nos generaron un sufrimiento, son la razón por la que hoy estamos disfrutando de estas alegrías. Cuando las cosas nos duelen tenemos que preguntarnos dónde estamos poniendo la atención:
¿Vale más comer aros de cebolla toda la semana o haber despertado la conciencia de una persona?
Si vale más lo primero, entonces tu problema no es tener suficiente dinero para comer otra cosa, sino que le diste más valor a tu estomago que a tu maravillosa posibilidad de vincularte de alma a alma con otro ser. Si vale más lo segundo, bueno.... como te decíamos, siempre y oportunamente las cosas se acomodarán.
Algunos de nuestros estudiantes, aún sin trabajo, eligieron nutrirse espiritualmente, eligen seguir el mandato de su alma. Todos y cada uno de ellos ha conseguido trabajo. Han conseguido trabajo o se han animado a emprender porque se encontraron consigo mismos y han podido transmitir esa certeza, esa seguridad interior que sólo da el tener confianza en sí mismo.
Puedo tener confianza en mí mismo cuando me conozco en esencia, cuando logré destruir todos los preconceptos que tenía de mí, cuando comprendí que es dando cuando se recibe, y cuando puedo percibir la fortaleza de mi voluntad, que es la energía de mi propia alma. Porque encontrando mi centro es como puedo crecer en todos los ordenes de la vida.
Algunos de quienes se acercan a nosotros consideran que tal o cual curso es "caro", angustiados por no poder emprender un sendero espiritual van al shopping y se compran una cartera o un par de zapatos que valen al menos 3 meses de uno de nuestros cursos. La vida está hecha de elecciones. ¿Ser o tener? ¿Vivir o subsistir?
La vida está hecha de elecciones
"Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar.
Pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar"
dice el poeta; y qué son los caminos en el mar sino ríos y que son los ríos sino el símbolo del que nos hablaba Heráclito, siempre es el mismo, pero nunca es el mismo... todo pasa, nada queda... sólo la esencia que nos hace río o nos hace ser quien somos.
El dinero va y viene, la gloria va y viene... pero la certeza del conocimiento permanece. Poder resolver con inteligencia requiere de ciertas herramientas, de cierto punto de vista. Poder encontrar un sangha, un grupo humano que me complemente es el primer paso en el sendero. En grupo crecemos más, porque se genera más luz.
Ya no nos mueve la fe, sino la certeza. Y esta misma certeza se reafirma desde el intelecto cuando la ciencia va comprobando lo que hemos venido diciendo desde siempre.
¿Qué valor te das?
Hay que poder desestabilizarse de preconceptos y hacerse las preguntas correctas antes de tomar una decisión importante.
Nosotros nos damos el valor que nuestra alma tiene. Y vos... ¿qué valor te das?
Te invitamos a disfrutar de unos minutos de reflexión acerca de la excelencia divina en palabras del Bhagavad Gita. Un verdadera ambrosía para el alma.
Y a escuchar esta bella canción de Serrat inspirada en poema de Antonio Machado.
0 comentarios