Cada año, para estas épocas, solemos hacer balances y anhelar que el siguiente ciclo llegue con más oportunidades y con la fortaleza que nos permita cumplir cada uno de nuestros "propósitos de año nuevo" .

Corremos, con nuestra mente, a refugiarnos en la "posibilidad" , en la esperanza del que vendrá, rogando que sea más amable.

Pero hay algo que se nos olvida, y por ello suele quedarnos una sensación amarga conforme pasan los meses.

¿Qué se nos olvida, Cin?

Si no logramos extraer el elixir del aprendizaje de esas experiencias cargaremos con ellas, a completo, en el siguiente ciclo, como quien sube con un gran peso y los pies embarrados una alfombra limpia. 

El elixir del aprendizaje nos vuelve más livianos y luminosos, nos da la energía para no vivir en pausa, nos da fortaleza para enfrentar los desafíos y nos consuela cuando creemos que ya no "podemos más".

La alfombra limpia del "nuevo año" no está desconectada de la del año anterior, es en realidad una escalera en círculos concéntricos ascendentes. Una escalera que, a medida que la ascendemos, nos va permitiendo comprender las asociaciones entre aprendizajes anteriores y futuros, a la vez que nos facilita apreciar la evolución de nuestra conciencia y nos enriquece con nuevas miradas y mejores panorámicas. 

Cumplir años no nos vuelve más sabios, pero cuando maduramos con conciencia y nos mantenemos curiosos, los paisajes que contemplamos desde esas escaleras se vuelven cada vez más fabulosos.

 La alfombra limpia del "nuevo año" no es blanca, no es un "borrón y cuenta nueva" : es un tejido impregnado de dibujos y gráficos de colores diversos, cada uno de esos dibujos y esos colores representan todas nuestras experiencias previas, nuestros desafíos futuros y nuestra conciencia presente.

Esa alfombra tiene relieve, textura, y dimensión... no es algo plano... no caminamos sobre ella sino dentro de ella. Ese tejido no está solo, se interrelaciona con los tejidos de cada una de las personas que nos impactan y nos impactaron (positiva o negativamente), existen, también, hilos invisibles, hilos que solo podemos ver cuando desarrollamos la conciencia plena: son todos aquellos seres que se conectan con nosotros a través de otros.

Imagino que estás leyendo estas lineas tomando un café, quizás lo disfrutas como un pequeño ritual de lectura y aroma, y eso es maravilloso. Pero... ¿Te has puesto a pensar todos los seres que están contenidos en esa taza de café? ¿Quién sembró el cafeto, quién lo cuidó, quién lo cosechó, quién estaba atento para que se tostara , quién para que se envasara correctamente, quién activó la maquina que lo estibó y quién lo trasladó ... y así hasta que llega a tu taza y a tus sentidos.

Imagina si hacemos la misma reflexión con la leche, con el tazón, con las gafas que te permiten leer estas palabras.. ya lo estás visualizando, verdad? ese hilo invisible de pronto comienza a destellar. Aún no sabes quiénes, pero tienes conciencia de que existen.

Ya ves, nunca logras nada solo/a, existen miles de millones de almas que te ayudaron a llegar hasta aquí y te mantienen viva/o.

 Esa escalera eres tu, pero también son otros a través de ti.

De pronto el latido del agradecimiento se engrandece y comprendes que no basta agradecer como hábito, sino que es preciso agradecer como ofrenda

 

El tejido del alma 

Hoy es un día especial para Plenitud, hoy cumplimos 33 años de tejer conciencias, vidas, experiencias transformadoras, conocimiento trascendente y práctico, contigo. El vivo ejemplo de que no hay que esperar a que comience un año para iniciar un gran proyecto.

Todo lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos es parte de quien eres tu.

Estamos entretejidos en cada uno de los seres que pasaron por nuestras aulas, quienes nos oyeron, nos leyeron, interactuaron con nosotros. Y, a través tuyo, nos expandimos en cada uno de los seres con los que te relacionas y a quienes ayudas.

Tu eres Plenitud. Plenitud trasciende a través de ti y dentro tuyo.

Todo comenzó con una idea... o mejor dicho: con un propósito en común que aterrizó en una idea.

 Primero en una revista (1986) y luego en un centro de formación humanistica que fue mutando en las formas sin perder nunca su latido original.

Existen hilos que nos conectan aún mucho antes de conocernos, y cuando finalmente nos reconocemos se produce una pequeña o gran explosión luminosa que permite ver el para qué. 

Tantas historias, dolores y alegrías compartidas.

Tantos abrazos, insights y crecimientos.

Tantas amistades, amores, descubrimientos y familias acontecieron en nuestra casa.

Una casa que tiene su centro en cada uno de ustedes y su circunferencia en ninguno. 

Una casa que es Sangha.

Una casa que contiene, pero también impulsa.

En este día especial, queremos agradecer a MT y recordar a GDG desde lo más profundo de nuestra alma.

Por animarse a seguir su propósito, sembrarlo en raíces y darle alas, por que es gracias a ellos que tenemos la posibilidad de reconocer lo que es la auténtica libertad. Gracias por enseñarnos con el ejemplo y el amor, que el esfuerzo es individual, pero la fuerza es colectiva.

Queremos, también, agradecerte a ti, como alma, el haber elegido compartir tu tejido con nosotros y expandirnos hasta los confines de tu propio universo.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!

 

Y aquí dejo de escribir, simplemente porque creo que es tiempo de leer, de leerte, de saber: ¿Qué es Plenitud para ti?