Ser emprendedor espiritual

Así como las crisis económicas son terreno fértil para aventurarse a emprender un negocio, las crisis emocionales o de existencia lo son para emprender una búsqueda.

En Plenitud creemos que el sendero del emprendedor espiritual se asemeja al emprendedor laboral, sólo existe un cambio en la perspectiva y en la dirección.

Aquí 9 cualidades que son necesarias para emprender:

  • [list type=plus_list]
    • saber correrse de la zona de confort
    • vencer el miedo al fracaso
    • tener coraje y confianza
    • poder y querer dedicarle un tiempo al desarrollo de la idea
    • estar alerta frente a las oportunidades
    • saber rodearse de personas y conocimientos que aporten valor a la gestión
    • tener una red de afectos que nos contengan
    • moverse a fuerza de pasión y con objetivos claros. (En el caso del emprededor espiritual el objetivo se vuelve propósito y la pasión se convierte en voluntad)
    • querer hacer una diferencia en nuestro entorno, haciendo un aporte[/list]

Así como el emprendedor suele darle vueltas a la idea hasta que finalmente se le presenta con claridad el proyecto; así, el emprendedor espiritual, comienza por sentirse más comprometido con su mundo, motivado por la ayuda al prójimo pero con la sensación que le faltan herramientas para iniciar una tarea significativa.

Nada lo llena realmente, algo dentro suyo le impulsa a buscar respuestas, a hallar fundamentos que complementen esa sensación de plenitud que cree encontrar cuando hace servicio, cuando enseña, cuando escribe, cuando comparte, cuando trabaja la tierra, cuando acompaña, cuando contiene, cuando alimenta. El emprendedor espiritual es intuitivo, aún no tiene claro el cómo, pero sabe que es el para qué de su existencia.

Emprender el camino hacia el reencuentro con nuestra alma y con nuestro aspecto divino produce la misma sensación de gozo y expectativas que al emprender un proyecto; con la diferencia que en el caso del emprendimiento espiritual se tiene la certeza que ese pequeño haz de luz que se vislumbra se convertirá en el Sol que lo cobijará y alumbrará su paso por el mundo... su propio espíritu. El emprendedor espiritual sabe que esa experiencia transformará su vida para siempre y que sólo compartiendo ese gozo podrá sentirlo más profundamente.

Para Plenitud el emprendedor espiritual es aquel que se ilumina para iluminar a otros. Aquel cuyo propósito es sustrato fértil para un cambio real en el mundo en el que vive; un cambio en el que el amor y el sentido de trascendencia lo orientan y completan.

La verdadera revolución espiritual comienza por uno mismo.

"Cuando eres inspirado por un gran propósito, algún proyecto extraordinario, todos tus pensamientos rompen sus amarres: tu mente transciende sus limitaciones, tu consciencia se expande en todas direcciones, y te encuentras en un nuevo, grande y maravilloso mundo. Fuerzas dormidas, facultades y talentos se despiertan, y te descubres a ti mismo ser una más grande persona que nunca habías soñado podrías ser." Patanjali 

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